Hasta el día de hoy a las grandes mayorías de las personas del mundo se las mantiene sumidas en la ignorancia respecto a temas muy puntuales, que de pasar del ámbito reducido de los estudiosos al más amplio de la conciencia popular colectiva permitiría sin duda alguna, un cambio radical en su visión del mundo y por ende originaría una solución real a los problemas que aquejan al mundo.
Luego de la Primera Guerra Mundial un grupo de brillantes germanos que sufrían en carne propia los efectos devastadores de este «germen social» cuyo síntoma notable y más fácilmente apreciable a los sentidos, fue y es esta suerte de confrontación entre estos modelos “opuestos” antes nombrados, donde por momentos uno impera sobre el otro quedando en el camino las ruinas del viejo orden, advirtieron y pusieron en relieve una verdad fundamentada en hechos reales: tanto el sistema capitalista liberal como el socialismo marxista tenían un mismo origen y estaban respaldados y promovidos por una misma fuerza que los superaba a ambos y no entraba en el choque dialéctico ya que no era atacado ni por el socialismo marxista ni por el capitalismo liberalista. Esta fuerza, que promovía este choque y este caos eran las finanzas internacionales.
Los grandes banqueros internacionales sostenían el capitalismo llevándolo cada vez más hacia el liberalismo, porque con él lograban mayores beneficios, escapando de los controles del Estado; a su vez promovían y sostenían la vertiente marxista del socialismo. A primera vista esto puede parecer una flagrante contradicción ¿Por qué los mas poderosos banqueros financiarían a fuerzas marxistas que se oponían duramente al capitalismo?. Y Aquí esta el gran detalle, aún si triunfara el comunismo de inspiración marxista los banqueros internacionales seguirían siendo los amos opresores, puesto que Marx jamás criticó el capital generado por el interés del dinero ni la concepción del dinero entendido como una mercancía más que se puede intercambiar como cualquier otra. Así los alienados seguidores dirigirían sus fuerzas contra los “patrones” de la industria, los intelectuales, los poseedores, esquivando el asalto al Banco y el sector financiero. ¡Los banqueros tuvieron que agradecer a Marx esta llamativa omisión en su doctrina!
Ambos sistemas o mejor dicho modelos de dominio están basados en una cosmovisión materialista donde el motor de toda actividad humana se explica por causas y motivaciones económicas, y donde la riqueza y la pobreza son las cuestiones más importantes de la vida humana, mientras que todas las demás cuestiones son meras “superestructuras”.
Ambos modelos pretendían expandirse por el mundo abarcando y conquistando todos los países, por ejemplo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas pretendían expandirse por todo el mundo, mientras que EEUU fue usado para expandir el democapitalismo por todo el mundo -si fuese necesario mediante la utilización de la fuerza-, siendo hoy la Globalización o Nuevo Orden Mundial esclavizante la mayor prueba de ello. Ambos modelos, no reconocen fronteras, ni naciones, ni razas.
Ambos modelos tienden en mayor o menor medida a destruir la vida religiosa cristiana (la debilitación de la fe), el marxismo es declaradamente ateo, y el capitalismo liberalista solo reconoce un solo dios: el dinero.
Ambos modelos son fuertemente igualitaristas, da lo mismo si es sabio, ladrón, justo o injusto, genio inventor o estafador usurario, todos son iguales bajo la democracia, el mercado y el gobierno “proletario”. Ambos modelos ven a las clases sociales como antagónicas, y privilegian la clase social antes que la pertenencia a una nación.
El liberalismo ve con cariño la gente rica, sin importar el medio a través del cual obtuvo la riqueza, ni siquiera cuando se logra explotando seres humanos, a esto le llaman “maximizar beneficios”, no le interesa la raza ni la nación del rico, un negro un judío puede formar parte del club de elite mientras tenga dinero. Por otro lado el marxismo ve con cariño a la gente pobre sin importar si algunos son también criminales, vagos o incapaces, tampoco le interesa la nación y la raza propia, se vive llorando por todos los pobres sin importar la nación, es más el marxismo tiende a crear conmiseración alógena, que puede traducirse en hechos reales de tipo anti-eugenésicos.
Ambos modelos ven indiferentes o fomentan directamente sociedades multirraciales y multiculturales acentuando la división y el Caos en los Estados. Ambos modelos son fuertemente anti-eugenésicos, promueven la exaltación de la escoria por sobre todo, exaltan la cantidad sobre la calidad, se oprime al mejor y solo los miserables y los degenerados poseen privilegios. En Ambos modelos, solo los moralmente miserables, los incapaces y los traidores al pueblo llegan al poder.