Es cierto que uno puede hacer preguntas serias sobre los fundamentos del saber científico y sobre todo cómo el concepto de realidad objetiva puede ser definido.
Pero es obvio que estos filósofos no son simplemente lógicos de cabeza fría que sistemáticamente analizan los fundamentos del conocimiento.
Están profundamente envueltos emocionalmente en su ataque a la verdad y a la realidad. Atacan estos conceptos por sus necesidades psicológicas. Por una cosa, su ataque es una salida para la hostilidad, y al ser exitoso, satisface el impulso por el poder.