lunes, 11 de julio de 2016

Francis Parker Yockey..IMPERIUM.. 1948.. extractos..

El Liberalismo sólo puede ser definido negativamente. Es una mera crítica, no una idea viva. Su gran palabra "libertad" es una negación: de hecho, significa libertad contra la autoridad, es decir, desintegración del organismo. En sus últimas consecuencias produce atomismo social, en el cual no solamente es combatida la autoridad del Estado, sino incluso la autoridad de la sociedad y la familia.

Un momento de reflexión demuestra que el Liberalismo es enteramente negativo. No es una fuerza formativa sino siempre, y exclusivamente, una fuerza desintegradora. Desea destronar a las autoridades gemelas de la Iglesia y el Estado, substituyéndolas por la libertad económica y la ética social.

En el siglo XX el Liberalismo se alió con el Bolchevismo en España, y los Liberales europeos y americanos simpatizaron con los bolcheviques rusos.


En tiempos pretéritos, los pueblos belicosos subyugaban a los pueblos mercantiles, pero esto ya no sucedía así. Ahora los pueblos mercantiles emergían como los dueños de la Tierra.



La nueva ética, naturalmente, es puramente social, materialista. Si la vieja ética se conserva, sus antiguos fundamentos metafísicos se abandonan y se promulga como un imperativo social.

 La ética es necesaria para mantener el orden necesario como marco para la actividad económica.


El fin del Racionalismo es el Pragmatismo, el suicidio de la Razón.

La ética social asegura el orden económico, promocionando, así, la "felicidad".

La razón detesta lo inexplicable..lo misterioso..la media luz..

El Racionalismo es el sentimiento de que todo está sujeto a la razón y es explicable por ésta, rechaza todo lo que no es visible ni calculable.

La Razón tiene también su Voluntad de Poder; lo que no se somete a ella es declarado recalcitrante, o su existencia es simplemente negada.

Cuando volvió su mirada hacia la Historia, el Racionalismo creyó ver en ella una tendencia hacia la Razón. El Hombre "emergía" durante varios milenios, luego "progresaba" desde la barbarie y el fanatismo hasta la Ilustración, desde la "superstición" hasta la "ciencia", desde la violencia hasta la "razón", desde el dogma hasta la crítica, desde la oscuridad hasta la luz.

 Ya no más cosas invisibles, no más espíritu, no más alma, no más Dios, no más Iglesia y Estado. Los dos polos del pensamiento son "el individuo” y “la humanidad". Todo lo que los separe es "irracional".


Si una cosa no puede ser verdaderamente calculada, la Razón meramente dice que los factores son tan numerosos y complicados que el cálculo es imposible desde un punto de vista práctico, pero no lo hace imposible desde un punto de vista teórico. Así, la Razón tiene también su Voluntad de Poder; lo que no se somete a ella es declarado recalcitrante, o su existencia es simplemente negada.


Se  debe rechazar al Estado como organismo y solamente puede concebirlo como resultado de un contrato entre individuos. El objeto de la Vida no tiene nada que ver con los Estados.