viernes, 4 de septiembre de 2015

¿Tiene conciencia el islam?

"Su castigo enseñará una lección", son las palabras del gobernador de Ghor, que condena a 100 latigazos a una mujer y a un hombre por "adulterio". La televisión retransmite en vivo el castigo, observado y grabado con el móvil por varios ciudadanos.

Permanece quieta postrada sobre sus rodillas. Inclina su cabeza sumisa, en una falsa apariencia de tranquilidad, bajo la vara que la amenaza y advierte del castigo que se avecina, cubierta por los complejos que la impone una religión considerada cultura a la que aliarse, donde su cuerpo es pecado. 

Ropas que se vuelven yugos, hábitos de la intolerancia que castigaran su condición de mujer. Una dictadura de la que millones cono ella no pueden escapar y cuya denuncia esta de mas. A nadie importunara.

Cuando todos los derechos de un ser humano ya han sido profanados, su ultima imagen puede ser la mas contundente denuncia a su injusticia..