miércoles, 30 de septiembre de 2015

El nacimiento y la muerte son la misma cosa

El nacimiento y la muerte son la misma cosa, son los dos lados de una puerta, para aquel que la comprende, la muerte no abriga terror alguno. 

No hay tras la muerte ningún lugar de tortura, ni infierno alguno. Ver la propia culpabilidad es la sentencia más severa y al mismo tiempo la máxima penalidad. 

El juicio y el castigo están dentro de ti mismo. Se ahonda aún masen la autodeterminación y autosuficiencia en el contacto con lo divino cuando se dice: La labor inconclusa sólo puede ser rehecha por un esfuerzo doble. Nuevamente será tuya la elección, ya sea obrar en consonancia con el plan universal, o ser su enemigo. 

Esa es la única muerte que existe, convertirse en una fuerza de la destrucción en lugar de creación, y esta no es una muerte física. Por lo que es tu libre determinación el escoger a qué bando perteneces, al de Dios o, para usar un viejo término, al del diablo. 

Lo que llamamos nacimiento y muerte, es sólo la puerta entre dos mundos. No existe nacimiento ni muerte, sólo el cambio, y podemos atravesar confiadamente la puerta, pues todos los mundos fueron creados por una única mano.