sábado, 26 de marzo de 2016

El mediocre..

El mediocre es un ser sin personalidad que se deja amoldar o domesticar por el medio social en el que vive...

El hombre mediocre no tiene ideas propias, sino que piensa y dice lo que otros dicen. Aunque puede tener talento o buenas cualidades, sean estas intelectuales o artísticas, ellas no le garantizan su autonomía y creatividad. 

El hombre mediocre puede poseer talentos, pero esto no quiere decir que los desarrolle y que los llegue a perfeccionar.

Cada individuo es el producto de dos factores: la herencia y la educación. La herencia se refiere al factor genético, la educación a todo lo que este recibe desde la cuna a la sepultura.

Y es que el hombre mediocre es el hombre masa, el ser que se pierde en la multitud y que no se atreve a ser diferente. Por algo dijo Séneca: cuando estuve entre los hombres, me volví menos hombre.

Otra característica del hombre mediocre, no menos deplorable, es la fuerte inclinación que tiene por la “envidia”. La “envidia” es la otra cara del hombre mediocre, sumadas, por supuesto, a la arrogancia y a la soberbia.

Otro aspecto que también es alarmante es el de saber enfrentar el binomio entre creerse y ser. Una cosa es creerse un gran artista o un gran intelectual y otra cosa, muy distinta por cierto, es serlo. La aptitud del creído contradice la aptitud del hombre superior. Es una falsa percepción de uno mismo.