sábado, 2 de enero de 2016

Wagner dice...

“El judío nunca tuvo su propio arte. En la época cuando el arte vivía de su propia necesidad orgánica de Mozart y Beethoven, no habían compositores judíos, eso fue imposible para este elemento ajeno del organismo vivo con su participación y la creación. Cuando la muerte interna ya esta visible, los elementos externos tienen posibilidad de conquistarla solo con los fines destructivos. Estoy seguro de uno: los judíos ganaron influencia a nuestra vida intelectual lo que se manifiesta en el quiebre y falsificación de nuestras más altas tendencias culturales”.