miércoles, 27 de enero de 2016

Destrucción de la cultura nativa

Las élites locales adularán a los grupos de inmigrantes para conseguir votos, pero ralentizarán el proceso de darles poder estatal o económico real. Podrían incluso hacer más restrictivas las leyes de nacionalidad para evitar que los inmigrantes puedan ser elegidos en cargos políticos. 

Las élites se aislarán en su mayoría de las crisis culturales en sus comunidades insulares, escuelas privadas, y clubes sociales, donde puedan continuar incubando su propia subcultura sin influencia externa. Al mismo tiempo, harán discursos y promulgarán políticas para obligar a los ciudadanos nativos a aceptar el multiculturalismo y la inmigración ciega. 

Las leyes contra las fobias y la lucha contra la discriminación se aplicarán con más fuerza que otros delitos más graves. La policía vigilará las redes sociales para identificar a aquellos que hagan declaraciones en contra de las clases protegidas.

Las tradiciones nativas serán erradicadas y se llevará a cabo una mezcla cultural donde los ciudadanos de una nación del mundo serán casi idénticos en comportamiento, pensamiento, y gustos en patrones de consumo a los ciudadanos de cualquier otra nación. Una vez que se produce un colapso, no se puede revertir. El patrimonio cultural de la nación se perderá para siempre.