jueves, 14 de enero de 2016

Nuestra misión

Un movimiento revolucionario debería ante todo centrar sus fuerzas básicas y espirituales en crear y fomentar una nueva juventud. 

En el poder joven está la verdadera revolución, de ahí que el Sistema ataque a los jóvenes mediante la ingeniería social, drogas, aborto, hedonismo, ideologías de género, etc.
Ellos, han perdido su virilidad, fuerza, energía, salud, masculinidad, y su personalidad básica.
Ellas, su feminidad, su estilo, su naturalidad, su carácter intrínseco, y sus cualidades espirituales.
Nuestra misión: Crear una juventud sana e idealista.