sábado, 16 de enero de 2016

Recuerda..

Para esas criaturas "resentidas", que se saben fatalmente condenadas a formar la plebe moral e intelectual de nuestra especie. 

La época en que la democracia era un sentimiento saludable y de impulso ascendente, pasó¡..Lo que hoy se llama democracia es una degeneración. Odia la madurez y prefiere lo agraz. Es la total inversión de los valores: lo superior, precisamente por serlo, en su lugar triunfa lo inferior. 

Cuando un hombre se siente a sí mismo inferior por carecer de ciertas calidades como la inteligencia, el valor o la elegancia procura indirectamente afirmarse ante su propia vista negando la excelencia de esas cualidades.

Vivimos rodeados de gentes que no se estiman a sí mismas. 

La igualdad ante la ley no les basta: ambicionan la declaración de que todos los hombres somos iguales en talento, sensibilidad, delicadeza y altura cordial.

Periodistas, profesores y políticos sin talento componen el Estado Mayor de la envidia, que, como dice Quevedo, va tan flaca y amarilla porque muerde y no come. Lo que hoy llamamos "opinión pública" y "democracia" no es sino la purulenta secreción de esas almas rencorosas."