viernes, 14 de abril de 2017

Llega la Modernidad: la Decadencia..el Hombre Masa


Un pueblo construye su Cultura en la plenitud de sus fuerzas, en el anhelo de buscarse un destino. Pero cuando esas posibilidades ya han sido recorridas, cuando el vigor se ha gastado en múltiples realizaciones, llega secretamente como una ladrona, la Decadencia.

La Cultura decadente y fosilizada se llama Civilización. La Civilización bien puede entenderse como el paisaje de ruinas y cadáveres de una cultura muerta.

Con el auge del capitalismo, ese espíritu comercial, esa cultura de tenderos, de mercachifles, el alma fáustica reconcentró sus afanes en una infinitud no tanto cósmica sino de acumulación de capital. El capitalismo que era una simple excrecencia del poder tributario, la acumulación de los comerciantes y terratenientes, se convirtió en modo de vida, en modo de producción.

Las ciudades europeas crecieron, la hipertrofia de las barriadas obreras transformó la cultura: llegó el momento de dar paso a la civilización. Ese paso significó la irrupción de las masas.

La masa que llenó antaño los espacios públicos y rugía con reivindicaciones ora económicas ora jurídicas es una masa que ha ido desapareciendo a pesar del florecer efímero de los "indignados" y de otras primaveras utópicas.

El hombre-masa ya no pide nada salvo un reconocimiento, siquiera sea en su condición de esclavo. Nada halagaba tanto a ciertos esclavos antiguos que el ser reconocidos como tales por su amo. La masa busca amo, y cuando carece de él se torna rugiente y fiera: busca un lider y hasta se lo inventa, pero la masa es ella misma espíritu obediente y, sin líderes ni canales mediáticos, es un cuerpo inerte.