El hombre es un poema tejido con la niebla del amanecer, con el color de las flores, con el canto de los pájaros, con el aullido del lobo o el rugido del león.
El hombre se acabará cuando se acabe el equilibrio vital del planeta que lo soporta.
El hombre debe amar y respetar la Tierra como ama y respeta a su propia madre.