viernes, 17 de marzo de 2017

Los enemigos de Occidente

Si uno mira hacia atrás a lo que fue propuesto como una sociedad perfecta, se puede hacer una analogía con una colonia de abejas. Esta analogía ilustra el orden, la disciplina y una comunidad entera que se mueve al unísono hacia un objetivo. 

Más importante aún, el Nacionalsocialismo promueve la noción de que habría que esforzarse por ser lo mejor que uno pueda ser; promueve el perfeccionamiento personal y la búsqueda de un saludable Yo ideal.

El Nacionalsocialismo es una ideología que se esfuerza por la excelencia e impulsa a los individuos dentro de la sociedad a que se superen ellos mismos, no sólo por el bien de la grandeza individual sino, en cambio, para mejorar la sociedad en su conjunto.

El Nacionalsocialismo es una ideología de disciplina y orden que procura establecer una sociedad homogénea perfecta que esté centrada en la unidad nacional. Como tal, el Nacionalsocialismo desprecia las divisiones sociales y el individualismo egoísta.

La disciplina, el orden y la excelencia hicieron del Nacionalsocialismo una de las pocas verdaderas amenazas para los enemigos de Occidente,

Los enemigos de Occidente han procurado atacar al Nacionalsocialismo y socavarlo. Los enemigos de Occidente han usado su poder en los medios de comunicación y la prensa para "re-etiquetar" al Nacionalsocialismo en la manera más degenerada y degradada posible. Los enemigos de Occidente han procurado poner de cabeza al Nacionalsocialismo y asegurarse de que, en vez de la disciplina, el orden y la excelencia, el Nacionalsocialismo signifique lo contrario de esas cosas: caos, degeneración y debilidad.

La gente sana y normal que el nacionalismo necesita atraer a fin de crecer y prosperar no quiere tener nada que ver con matones o pandillas antisociales.

El Nacionalsocialismo genuino no está basado en la negatividad u "odio racial". El Nacionalsocialismo genuino está basado en el amor, un amor por el propio pueblo, un amor por la propia tierra y un amor por la cultura y las tradiciones propias.

Como ya se dijo, la gente se agrupa en base a valores compartidos y se siente más cómoda alrededor de aquellos con los que se identifica más estrechamente.

La única verdadera salvación para el hombre occidental es el nacionalismo. El hombre occidental debe retornar a sus raíces y abrazar lo que una vez lo hizo grande. El hombre occidental debe asumir una ideología que lo anime a unirse de nuevo con sus hermanos y hermanas y que permita que él reconstruya sus destruídas comunidades. Esta ideología debe conectar de nuevo al hombre occidental no sólo con sus congéneres sino también con la tierra y el suelo que ha sido su hogar durante miles de años. La sangre y el suelo son las llamadas naturales que deben estar en el centro del modo de pensar del hombre occidental.

La gente es un producto de la tierra de la que ellos provienen
y deberían respetar y honrar aquella tierra.

La salud de una nación está en la salud de su gente.
Gente fuerte construye una nación fuerte.

El dinero es un instrumento de la economía, y la economía
existe para servir a la gente y no al revés.

El NS permite que el mejor ascienda a la cumbre y busca promover la excelencia, y excelencia es exactamente lo que el hombre occidental necesita ahora mismo.


El NS es la encarnación política e ideológica de la voluntad de la Naturaleza. El NS coloca lo mejor de la sociedad en un pedestal a fin de crear modelos a imitar y promover la excelencia.