sábado, 25 de marzo de 2017

El Colonialismo y el Capitalismo.



Echar la culpa de la miseria, hambres y estado de ruina del África actual, o de algunos países sudamericanos, al colonialismo Blanco es no sólo falso sino una excusa típica de los que no sabiendo mirar sus problemas quieren ocultarlos con temas externos.

Las protestas no son parciales, son racistas anti-Blancas, son las únicas que apoya la prensa sionista y jamás se dirigen contra los explotadores reales actuales y del pasado reciente, los usureros, los banqueros, los sionistas, los mangantes que gobiernan "democráticamente" con toda la verborrea democrática, nada más.

Nunca se ha visto una protesta contra las tribus que los esclavizaban antes del colonialismo, contra los gobernantes que les roban todo desde su independencia, o contra su vagancia y sus pocas ganas de sacrificarse para salir adelante.



El problema colonial no nace en la conquista de América, ni en el reparto de África, sino que es un hecho permanente en la Historia de la Humanidad, en todas las razas y épocas, incluída la actual. Iraq es ahora una colonia de Estados Unidos, como Ucrania lo era de la URSS hace un tiempo.

Los mongoles, los negros de Dahomey, los romanos, los aztecas o los incas practicaron el colonialismo de forma absolutamente brutal, y con menos miramientos aún que el colonialismo español. No hay un Bartolomé de las Casas entre los incas o los reyezuelos negros que esclavizaban y colonizaban a tribus vencidas.

La base negativa de todos los colonialismos de la Historia ha sido la voluntad de poder, dominar y, con ello, explotar económicamente los territorios y poblaciones colonizadas. Ni decir tiene que esto ha existido desde la más antigua Historia. Egipto ya tuvo colonias, los fenicios y los chinos, y los incas desde luego, todos han colonizado territorios.

Evidentemente la llegada del capitalismo democrático al poder hizo que la explotación económica fuera más intensamente buscada, mientras que la brutalidad humana bajaba algo. El colonialismo económico del siglo XIX se basa en una perspectiva de explotación a largo plazo, no de opresión sangrienta sino de dominio económico real.

Pero el colonialismo europeo, y sólo el europeo, tuvo siempre una faceta y objetivo humanitario, que precisamente falta completamente en los colonialismos de los incas o los mongoles, entre otros. Junto a las compañías "de Indias", siempre fueron misioneros y personas que deseaban aliviar el sufrimiento y la miseria de los indígenas; médicos y humanistas que justificaban el colonialismo como único medio para sacar a poblaciones muy atrasadas materialmente hacia el uso de la tecnología o la medicina, redes de comunicaciones, educación elemental, etc.

No existe en cambio entre los pueblos, ex colonias, de Asia o Medio Oriente; no hay en ellos ese estado de reclamación constante, de lloriqueo impotente y de echar las culpas de todo al colonialismo. Los asiáticos nunca han tenido un sentimiento de inferioridad crónico con los europeos, se han sabido dominados en un corto espacio de su historia milenaria, pero nunca han creído que por eso eran inferiores; nunca han olvidado su cultura y lengua, su literatura ni su arte, y no tratan de justificar sus problemas con lo que pasó hace 70 años.