miércoles, 6 de abril de 2016

El liberalismo.. una mentira

El liberalismo con sus múltiples formas y facetas, signadas todas por la idea de progreso, de laicismo y de igualdad, termina siendo siempre un eterno desengaño.

Un gobierno progresista y de corte liberal, es decir, que es el mismo perro con distinto collar, son los típicos gobiernos que rascan donde no pica.

Pero como la hipocresía y el simulacro son las mayores calles del mundo, el desengaño bien asumido tendría que liberarnos del liberalismo, de sus proyectos siempre inmanentes y abrirnos a temas y asuntos trascendentes.

El liberalismo en el poder, a través de todas sus variantes o máscaras que ha usado en la historia del mundo moderno, nunca pudo superar la figura del economista, sin darse cuenta que la economía es demasiado importante como para dejarla en manos de economistas. Es por ello que carece, desde siempre, de política. Entendida esta no como una especialidad, sino como una forma de concebir, plantear y resolver los problemas.