Toda individualidad es un error.
El medio más seguro de no llegar a ser muy infeliz es no pretender ser muy feliz.
La humanidad corre peligro de destruirse por la excesiva importancia de las cosas no importantes como el dinero o el poder.
Un obstáculo capital del progreso del género humano es que la gente no escucha a quienes hablan con sensatez sino a quienes hablan más alto.
Cuando la calidad de la sociedad pueda sustituir a la cantidad, entonces merecerá la pena vivir aunque sea en el gran mundo, pero cien necios puestos en montón no hacen un hombre de talento.
Los salvajes se devoran los unos a los otros y los mansos se engañan mutuamente.