sábado, 10 de octubre de 2015

La Naturaleza lo ha diseñado así

La presa se afana con tanta fuerza como los depredadores por conservar su vida. Que los depredadores tengan éxito es el modo que tiene la Naturaleza de equilibrar y aminorar el flujo de la vida misma. De alguna manera, la Naturaleza lo ha diseñado y ajustado todo así. El resultado de este equilibrio insondable de vida y muerte ha sido un planeta de belleza y justicia incomprensibles. Ninguna especie alguna vez consigue adelantar demasiado. Cuando lo hace, los sistemas de la Naturaleza equilibran las cosas.

El exceso de población de una especie conduce a una profusión de depredadores, al punto de que una especie comenzará finalmente a consumirse a sí misma porque la mente grupal sabe que las cosas se han salido de equilibrio, y su población debe ser reducida para mantener el nivel de salud necesario para que la Tierra misma mantenga su supervivencia.