lunes, 17 de junio de 2019

George Orwell, "1984", cap. 3.


El Partido busca el poder completamente para su propio bien. No estamos interesados en el bien de otros; estamos interesados únicamente en el poder, en el poder puro. Lo que significa el poder puro usted lo entenderá actualmente. 

Somos diferentes de las oligarquías del pasado en que nosotros sabemos lo que estamos haciendo. Todas los demás, incluso aquellas que se parecían a nosotros mismos, eran cobardes e hipócritas. 

Los nacionalsocialistas alemanes y los comunistas rusos estuvieron muy cerca de nosotros en sus métodos, pero nunca tuvieron el coraje para reconocer sus propios motivos. Ellos pretendieron, quizá incluso creyeron, que ellos se habían hecho con el poder de manera reacia y durante un tiempo limitado, y que sólo a la vuelta de la esquina había un paraíso donde los seres humanos serían libres e iguales. 

Nosotros no somos como eso. Nosotros sabemos que nadie alguna vez asume el poder con la intención de abandonarlo. El poder no es un medio; es un fin. Uno no establece una dictadura a fin de salvaguardar una revolución; uno hace la revolución a fin de establecer la dictadura. 

El objeto de la persecución es la persecución. El objeto de la tortura es la tortura. El objeto del poder es el poder. ¿Comienza usted ahora a entenderme?